Ezequiel: Hace dos anos que no te veo y sin embargo todas las noches duermes en mi corazon. Me gustaria poder volver a bailar con vos los discos de charly , fito y calamaro. Sentir tu loca risa llenar los esapcios del apartamento familiar y fabricar los detallados cuentos que nadie supo leer. Me gustaria poder cruzar las calles de lo que fue mi barrio para traerte la pizza con pollo que siempre reclamabas en las noches de los sabados. Pienso en los tiempos cuando jugaba Boca y de menara deliberada te presentabas como un hincha en mi cuarto, quizas tu amor hacia mi les otorgaba una cabala para la suerte. De momento me desligo de todos los momentos feos vividos, creo que otra oportunidad tendremos para hablar y la distancia no es buena para eso. Aqui he aprendido a descubrir tu amor por las plantas, por los pajaros, las deliciosas formas que nos otorgan las nubes y lo delicado que puede llegar a ser una caricia en los rostros de mis hijos.
Son dos anos escuchando tu vos, algunas veces al punto de llorar, pero con la firmeza que puede revelar la esperanza de un futuro encuentro. Me gustaria viajar hoy mismo y dejarte ver lo que he construido con la Juventus, tocarte y regalarte mis trecientos gritos desesperados, las dos docenas de llanto, el kilo de besos y las cuatro danzas de mis entranas que se han fabricado por las distancia de nuestros cuerpos, de nuestras almas y de nuestros mundos tan locos.
Aqui estoy, tan lejos de vos, tan cerca tu de mi. Con mis promesas de luchar, de continuar sonando en la posibilidad de contarles a mis hijos que lo imposible es un paso a lo posible, que las manifestaciones de lo divino estaran siempre el camino y que por lo tanto la fiel conviccion de no dejar de ser quien se es se plasma en la eternidad…
… Te extrano tanto Mama, te extrano tanto Martha, te extrano tanto Mujer.